Ignacio Alva Meneses estuvo a punto de entrar en shock cuando, por versión de algunos campesinos, se enteró de que habitantes del centro poblado Ventarrón se dedicaban a elaborar adobes en los alrededores de una huaca, que durante varios años fue intensamente saqueada.
Sin titubear, solicitó la intervención de las autoridades para salvar de la completa destrucción un sitio arqueológico muy antiguo, que guardaba en sus entrañas valiosos secretos, donde podrían estar los orígenes de una civilización que antecedió a los grandes señores de Cupisnique, Mochica, Lambayeque e Inca.
Alva estaba confiado en salir victorioso de tan difícil cruzada, porque conocía la zona como la palma de su mano, dado que durante los últimos diez años caminó incansablemente por Ventarrón, Collud y Zarpán, en su afán por conocer más detalles del período Formativo, que lo había motivado desde que se graduó de arqueólogo en el 2000.
Con la autorización otorgada por el Instituto Nacional de Cultura el investigador, acompañado por un centenar de obreros, procedió a detener semejante aberración contra nuestro patrimonio cultural.
Respaldado económicamente por el Estado, a través de la Unidad Ejecutora Naylamp Lambayeque 111, por la empresa agroindustrial Pomalca y soldados de la Séptima División de Infantería de Lambayeque, se procedió a retirar toneladas de basura acumuladas en el lugar, ubicado cerca de uno de los rincones del imponente cerro Ventarrón
Ignacio Alva Meneses was about to go into shock when, by release of some farmers, he learned that residents of the town center is dedicated to developing Gale adobes around a huaca, which for years was heavily looted.
Without hesitation, requested the intervention of the authorities to save the complete destruction of an ancient archaeological site, which he kept in his gut valuable secrets, which could be the origins of a civilization that preceded the great lords of Cupisnique, Moche, Lambayeque and Inca.
Alva was confident that difficult emerge victorious crusade, because he knew the area like the palm of your hand, since during the last ten years tirelessly walked Gale, Collud and sailing in its quest to know more about the Formative period, which had motivated him since he graduated as an archaeologist in 2000.
With permission granted by the National Cultural Institute investigator, accompanied by a hundred workers, proceeded to detain such an aberration against our cultural heritage.
Financially supported by the State, through the Executing Unit Naylamp Lambayeque 111, the agribusiness company Pomalca and soldiers of the Seventh Infantry Division Lambayeque, proceeded to remove tons of garbage accumulated at the site, located near one of the corners of the imposing hill Gale
Sin titubear, solicitó la intervención de las autoridades para salvar de la completa destrucción un sitio arqueológico muy antiguo, que guardaba en sus entrañas valiosos secretos, donde podrían estar los orígenes de una civilización que antecedió a los grandes señores de Cupisnique, Mochica, Lambayeque e Inca.
Alva estaba confiado en salir victorioso de tan difícil cruzada, porque conocía la zona como la palma de su mano, dado que durante los últimos diez años caminó incansablemente por Ventarrón, Collud y Zarpán, en su afán por conocer más detalles del período Formativo, que lo había motivado desde que se graduó de arqueólogo en el 2000.
Con la autorización otorgada por el Instituto Nacional de Cultura el investigador, acompañado por un centenar de obreros, procedió a detener semejante aberración contra nuestro patrimonio cultural.
Respaldado económicamente por el Estado, a través de la Unidad Ejecutora Naylamp Lambayeque 111, por la empresa agroindustrial Pomalca y soldados de la Séptima División de Infantería de Lambayeque, se procedió a retirar toneladas de basura acumuladas en el lugar, ubicado cerca de uno de los rincones del imponente cerro Ventarrón
Ignacio Alva Meneses was about to go into shock when, by release of some farmers, he learned that residents of the town center is dedicated to developing Gale adobes around a huaca, which for years was heavily looted.
Without hesitation, requested the intervention of the authorities to save the complete destruction of an ancient archaeological site, which he kept in his gut valuable secrets, which could be the origins of a civilization that preceded the great lords of Cupisnique, Moche, Lambayeque and Inca.
Alva was confident that difficult emerge victorious crusade, because he knew the area like the palm of your hand, since during the last ten years tirelessly walked Gale, Collud and sailing in its quest to know more about the Formative period, which had motivated him since he graduated as an archaeologist in 2000.
With permission granted by the National Cultural Institute investigator, accompanied by a hundred workers, proceeded to detain such an aberration against our cultural heritage.
Financially supported by the State, through the Executing Unit Naylamp Lambayeque 111, the agribusiness company Pomalca and soldiers of the Seventh Infantry Division Lambayeque, proceeded to remove tons of garbage accumulated at the site, located near one of the corners of the imposing hill Gale
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